Para la cultura, el día después
CARMEN GLORIA LARENAS Directora General Teatro Municipal de Santiago
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Carmen Gloria Larenas
Este comienzo de primavera más bien parece un veranito de San Juan. Literal. Para el sector cultural este respiro es una luz en el túnel Covid que, al mismo tiempo, nuevas preguntas con respecto a los hábitos que los públicos tendrán al momento de regresar presencialmente a los espacios culturales.
En su obra “The Art of the Turnaround”, el consultor Michael Kaiser plantea que, en momentos de crisis, los espacios culturales no deben contraer su actividad sino, por el contrario, expandirla para convertirla en algo irresistible para públicos, auspiciadores y donantes. Este mismo autor, en una conferencia realizada el año pasado, dijo que la crisis sanitaria tendrá al menos cuatro fases para las organizaciones culturales y sus públicas. Situó la primera en 2020, con reprogramación de temporadas y migración hacia plataformas digitales. La segunda, situada a fines de 2020, sirvió como puente con 2021: reapertura parcial con aforos reducidos, distanciamiento físico, protocolos sanitarios y regreso de los públicos incondicionales a un escenario preparado para el rebrote.
Respecto de la tercera etapa –que vivimos hoy-, adelantó que estaría marcada por el proceso de vacunación con la reapertura total de los espacios y la recuperación progresiva de los públicos, con una programación donde el naciente sistema presencial-digital se pondría a prueba. Esta misma prueba será la característica de 2022: la última fase, la que Kaiser define con un retorno de flujos parecidos a los pre-Covid, aunque el mundo acusará las consecuencias de la crisis económica que dejará la pandemia.
Respecto de los públicos, el experto señala que, en esta última etapa, se vincularán con el campo de la cultura y las artes a través de nuevas experiencias adquiridas en el confinamiento. Este período podría durar hasta 2024, aunque probablemente la realidad de cada país definirá la forma que tome esta última etapa en los territorios. Al día de hoy, es bastante sorprendente ver cómo Kaiser anticipó el curso que tomado los acontecimientos.
En Chile, el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, hizo el ejercicio de indagar sobre lo que pasaba en plena pandemia con el consumo cultural y el incierto futuro del retorno, con una consulta llamado “Públicos y COVID”. Respondieron 3.388 personas de las 16 regiones de Chile. De ese universo, 97,3% accedió a contenidos culturales online durante la pandemia; un 52,4% participó en actividades culturales online con mayor frecuencia que antes; 46% pagó por contenidos culturales online; 36,7% accedió a contenidos culturales online motivado por su bienestar mental; y un 27,2% señaló que asistiría presencialmente, una vez abiertos los espacios culturales.
Como siempre, en todo desafío hay una oportunidad. Realzar el rol de la cultura como generadora de espacios de encuentro y conexión debe ser nuestro principal objetivo para que podamos decir, en alguno de esos días después, que ahora la cultura es un pilar de desarrollo para un nuevo Chile.